Te miro con asombro
y me descubro con sorpresa
después de haberte
arrebatado un parpadeo.
Te oigo en los vuelos
alevosos de las voces sin piel,
en las rutas del mar,
bailando entre los surcos
de sus labios.
El mar te nombra, en cada
rompimiento deshace tu faz
y te devuelve entre sus manos.
Naces de un vivir subalterno,
tu sangre es cosquilleo
que exhala la futilidad en
el misterio de dar vida,
sin importar las otras vidas.
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2 comentarios:
Hola Andrés:
Este medio será muy potente para que des a conocer tus escritos, Bienvenido a la blogosfera, espero leerte mucho más y cada vez con más creación.
un abrazo
Wey, me encantó eso de "naces de un vivir subalterno". Me encanta, me encanta!!!
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