Azoro

Azoro
Igual los libros que las coladeras...

martes, 17 de julio de 2007

Para quienes lo piensan mejor dramaturgo...

PREGUNTAS
¡Escríbeme qué llevas puesto! ¿Es cálido?
¡Escríbeme en qué duermes! ¿Es también blando?
¡Escríbeme qué aspecto tienes! ¿Sigue siendo el mismo?
¡Escríbeme qué echas de menos! ¿Mi brazo?
¡Escríbeme cómo te va! ¿Te respetan?
¡Escríbeme qué andan haciendo! ¿Tienes bastante valor?
¡Escríbeme qué haces tú! ¿Sigue siendo bueno?
¡Escríbeme en qué piensas! ¿En mí?
¡La verdad es que sólo tengo preguntas para ti!¡Y espero con ansiedad la respuesta!
Cuando tú estás cansada, nada puedo llevarte.Si pasas hambre, no puedo darte de comer.Así que estoy como fuera del mundo,perdido, como si te hubiese olvidado

lunes, 16 de julio de 2007

Hoy

Ahora, entrado en madrugada y nostalgias, tuve un horrendo deseo de iniciar una revisión de mis pasos. No logré detenerme, y decidí ahondar en amores antiguos; en corazonadas erradas y mi triste caída en la evidente trampa de haber pensado: "toda poesía es, en sí, amorosa". Tuve 15 años, y me leí reinventando mi propio Neftalí, tal vez con 17 o 21 poemas; era incierto. Tomé una pluma, y mi primera obra maestra tuvo un halo de mediocridad que todavía ronda mi sombra.

Yo te nombro,
Cada mañana el despertar sin conocerte aún,
Pronuncio cada una de las letras de tu nombre,
Que no sé si me es dado o si lo busco.
Escudriño cada una de las formas,
Aquellas formas en que te imagino,
Siempre libre y fugaz,
Como el cometa,
Que sólo cruza el cielo para prolongar su estela.
Esperaré pacientemente,
Como espera la noche a la mañana,
A que me permitas cruzar esa frontera,
Que delimita los afectos de tu vida,
Al terminar con esa espera,
Andaré los senderos que conforman tu alma,
Hasta encontrar ese camino,
Que me permita finalmente,
Despertar ese amor que tristemente aguardas...

Y se hizo mi aventura poética, contaminada de adverbios, con pésimas analogías y anáforas prescindibles.
Hoy, comencé preguntándome por mi talento y concluí en mi incompetencia. No he cambiado realmente desde mi encuentro con Pablito, salvo que me hizo falta la virtud para desentrañar un amor dubitativo.

Ahora, sigo pensando en amor y poesía, leo a Ceslaw Milosz y recito: "Mi voz siempre careció de plenitud, me gustaría dar una acción de gracias diferente".

Hoy, se cumplen seis años de inconstancia, de irreverencia, de vulgaridad. Seis años siendo cada día más irritante, de un profundo repudio por los siglos de Oro. De haber escrito mi primer poema, y de ser además un mal poeta.

No seré yo quien llame a los bomberos...

QUIEN SE ARRANCA EL CORAZÓN DEL PECHO...
Quien se arranca el corazón del pecho en la noche, quiere alcanzar la rosa.Suya es su hoja y su espina,a él le deposita la luz en el plato,a él le llena los vasos de aliento,a él le susurran las sombras del amor.Quien se arranca el corazón del pecho hacia la noche y lo lanza a lo alto,ése no yerra el blanco,ése lapida la piedra,a él le suena la sangre del reloj,a él le quita su hora con un golpe el tiempo de la mano:él puede jugar con pelotas más bellasy hablar de ti y de mí.Versión de Jesús Munárriz

domingo, 15 de julio de 2007

Felicidades Marian

Te miro con asombro
y me descubro con sorpresa
después de haberte
arrebatado un parpadeo.

Te oigo en los vuelos
alevosos de las voces sin piel,
en las rutas del mar,
bailando entre los surcos
de sus labios.

El mar te nombra, en cada
rompimiento deshace tu faz
y te devuelve entre sus manos.

Naces de un vivir subalterno,
tu sangre es cosquilleo
que exhala la futilidad en
el misterio de dar vida,
sin importar las otras vidas.

jueves, 5 de julio de 2007

Reflexiones Mortuorias...

I

Preguntarse ante otro: ¿de qué manera aquieta en sí el deseo de ser Todo? ¿Sacrificio,

conformismo, trampas, poesía, moral, esnobismo, heroicidad, religión, rebelión, vanidad, dinero?

Geroges Bataille en L' experience itérieure

II

Sin tratar de ver en ello algo más que una coincidencia, no puedo dejar de observar la precisión

con que ese encuentro de símbolos responde a lo que para mí es el sentido profundo del suicidio:

llegar a ser, al tiempo, uno mismo y el otro, varón y hembra, sujeto y objeto, lo matado y lo que

mata - única posibilidad de comunión con uno mismo.

Michel Leiris, en L'âge d'homme

III

Él presiente con claridad que, en esa ignoracia, la idea de morir ha sido arrastrada, y cuando,

mediante cierto deslizamiento de las palabras, ella le da a entender, combatiendo doloridamente

con lo que desconoce, que es como si se hallase privada de finalidad y que, si tuviese que morir,

sólo podría hacerlo por la muerte de él, le parece que ese pensamiento pertenece al juego de la

ignorancia entablado entre la palabra y la presencia.

Él habla de la cuestión, la palabra no traiciona la ignorancia.

Maurice Blanchot, en L'Attente l'Oubli

Proverbio...

Güerita verde limón, dame de tu menstruación, para hacerle una piscina, a mi corazón...

domingo, 1 de julio de 2007

A su criterio...

La revista La compañía, distribuida por editorial gandhi, entrega mensualmente la lista de los 12 libros más vendidos a lo largo del mes. Así, hago puntual recopilación de la vendimia artística mexiana:

12. Zapata, Pedro Ángel Palou

11. Inés del alma mía, Isabel Allende

10. Juárez y Maximiliano, Armando Fuentes Aguirre

9. El candidato, Jorge Bucay

8. Pancho Villa, Paco Ignacio Taibo II

7. La sombra del viento, Carlos Ruíz Zafón

6. La catedral del mar, Ildefonso Falcones

5. Quiúbole para hombres, Gaby Vargas y Yordi Rosado

4. Corsarios de Levante, Arturo Pérez-Reverte

3. El perfume, Patrick Süskind

2. México ante dios, Francisco Martín Moreno

1. 2 de julio, Carlos Tello Díaz

Yo, que en el Este (Iztapalapa) aprendí la lección de Enrique Serna (Miedo a los animales), prefiero abstener mi viperina opinión, ¿ustedes?

Mal lector...

Hace poco, y como parte de las totalitaristas tendencias críticas estadounidenses, apareció una obra bastante pretenciosa; cuyo propósito principal fue determinar las 10 mejores novelas "de la historia".
Muestra desafortunada de que la calidad literaria tiende a cuantificarse cual moneda de cambio, y los juicios se refugian en modelos preconcebidos y sumas de recursos.
Hace poco, fui cuestionado respecto mi criterio para evaluar un buen texto literiario, un desafío interesante para un efímero escritor.
Decidí, por principio, deshacerme de metodologías y burlar términos de conformismos.
La reflexión "crítica" me condujo a la revisión de dos poemas: Piedra de sol (Fragmento), de Octavio Paz, y Cantos de abandono (Fragmento), de Efraín Hueta.
El poeta y Premio Nobel de literatura, propone una busca poética altamente estilística, y recorre los días y los cuerpos a patitir de una serie de imágenes profundamente desbocadas, en flujo, sin escalas:

voy por tu cuerpo como por el mundo,
tu vientre es una plaza soleada,
tus pechos dos iglesias donde oficia
la sangre sus ministros paralelos,
mis miradas te cubren como yedra,
eres una ciudad que el mar asedia,
una muralla que la luz divide
en dos mitades de color durazno,
un paraje de sal rocas y pájaros
bajo la ley del mediodia absorto

vestida del color de mis deseos
como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño en esos ojos,
el colobrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños,...

Ahora bien, Huerta desarrolla su poema en la quietud de la soledad tangible y metafórica de cada uno de sus versos:

Ella hace el canto primero del abandono
en lo alto de risibles templos,
en las manos vacías de millones de hombres.
En los cuartos donde el deseo es lodo
y el desprecio un pan de cada noche.

Ella es mi propio secreto,
lo invisible de mí mismo: mi conducta
en la carne de los jardines, en el alma de las playas
cuando hacia ellas voy con las manos cantando.

Mi voz es el resumen de todos los insomnios,
mi adolescencia mediocre y sencilla
como una ceniza palpitante.

No lloraría por mi fortuna finalmente enterrada
ni por un sueño herido sentiría fina tristeza,
pero sí mi voz oculta para siempre,
mi voz como una perla abandonada.

Para sorpresa de muchos lectores, mi voto de calidad (a pesar de la certeza crédula de calidad en ambos casos) es para Efraín Huerta. Mi proceder calificativo sencillamente se basó en una impresión; prefiero la literatura cuya posibilidad estética no termine por anular lo propiamente humano. Los ejercicioes estilísticos, son acaso la forma depurada de la literariedad, pero la busca de la perfección compete al crítico estructuralista.
Prefiero, a la usanza del paria, viajar ligero y afirmar que Paz encabeza la busca estética más importante de la poesía mexicana, pero su busca humana, su busca verdaderamente animal no me aparece.
Huerta, hace del dolor la etiqueta humana de su obra, cada imagen es imperfecta, sufrida, lenta.

He ahí una ejemplificación banal de mis criterios, a opinar...